¿Cuáles son las mejores carnes para asar?
¿Cuáles son las mejores carnes para asar? ¡Descúbrelas!
Un buen asado es garantía de éxito. De sencilla preparación, es fundamental que la materia prima sea de máxima calidad y que se horneen las piezas más apropiadas para que el resultado sea exquisito.
La pierna y la paletilla del cordero asado son una auténtica delicia, especialmente las del lechal (con menos de mes y medio de edad). También el ternasco (hasta cuatro meses) y el pascual (hasta un año) harán las delicias de tus comensales. Por supuesto, la carne del cabrito, la cría de cabra alimentada solo con leche materna, de carne jugosa y llena de sabor, conquistará a quien la pruebe.
Respecto al cerdo, son el solomillo, la pierna o jamón, el lomo y las costillas las partes que suelen destinarse al asado, sin olvidar el riquísimo cochinillo, tan tradicional como el cordero en las fiestas navideñas.
Y cómo no hablar de la ternera. Las mejores piezas para un asado son las que se sitúan en su parte superior, ya que son las que poseen una carne más jugosa y limpia como el lomo alto, la espaldilla o la cadera. Obviamente, el solomillo también es sabrosísimo. El redondo, aunque menos jugoso, es una carne muy utilizada para asados por su enorme ternura que gusta a grandes y pequeños. La aguja es bastante grasa y queda bastante jugosa.
Del pollo ¡podemos asar todo! Desde entero hasta dividirlo en pechugas, cuartos traseros, muslos, alitas… para cocinar cada una de sus partes de una manera diferente. Y es que esta carne de ave es de lo más versátil. El pavo asado, con menos grasa que el pollo y con el mismo aporte de vitaminas y minerales, igualmente os encantará.
¿Sabías que…?
-El asado rápido, a gran temperatura, deja la carne rosada y jugosa pero mermada.
-El asado lento, con menos calor, conserva la pieza tierna y en su tamaño, aunque más seca.
-Los grandes trozos de carne necesitan menos tiempo por kilo de peso que los pequeños.
-Los que llevan hueso menos tiempo que los limpios, ya que los huesos son excelentes conductores del calor.
-El papillote (envolver la carne en papel de aluminio) es perfecto para cortes un poco más duros, ya que la humedad que se concentra en el interior del envoltorio los ablanda. Eso sí, antes de terminar el asado, hay que sacarlo del papel de aluminio para que se dore.
-Para que el pavo o pollo queden más jugosos, basta con inyectar lentamente con una jeringuilla una mezcla de mantequilla derretida y brandy en las partes más carnosas del ave.
-Si quieres saber si un asado está listo, lo mejor es comprobarlo al tacto, presionando la carne suavemente con los dedos. Cuando no ofrece resistencia, es que está en su punto.
0 comentarios