Los embutidos, fuente de salud
Los embutidos, fuente de salud
¿Qué pensarías si te decimos que los embutidos tienen una gran cantidad de nutrientes esenciales y beneficios para nuestra salud? Son muchos los que los ven como alimentos naturales altos en colesterol pero lo cierto es que, consumidos con moderación, deben incluirse en nuestra dieta.
Los embutidos fuentes de salud
Antes de hablar de sus aportaciones a nuestro organismo, debes saber que hay cuatro tipos de embutidos básicos: de carne (como el chorizo, el salchichón o el lomo embuchado), de sangre (como la morcilla), de vísceras (la salchicha de hígado, por ejemplo) y fiambres (como la mortadela, pechuga de pavo o el jamón de York).
Además, están los embutidos crudos, que no han pasado por tratamientos térmicos (pueden ser frescos o ahumados), los embutidos cocidos, que sí han pasado por procesos térmicos, y los embutidos curados, que han pasado por un proceso de secado.
Sus 5 principales beneficios
1. Alto contenido en hierro. Esto les convierte en perfectos para combatir la anemia o cuando se tienen los niveles de hierro bajos.
2. Ricos en selenio. Este nutriente es un importante antioxidante que disminuye el riesgo de padecer enfermedades como cáncer, diabetes e infecciones.
3. Son ideales para deportistas o para personas que realicen trabajos que les ocasione un gran desgaste físico al estar hechos de carne, fuente de proteínas.
4. Los embutidos curados tienen vitaminas del grupo B. La B1 favorece el buen funcionamiento del corazón, la B3 contribuye a disminuir el cansancio y la fatiga y la B12 facilita la formación de glóbulos rojos y fortalece el sistema inmunitario.
5. Contienen potasio, zinc, magnesio y fósforo. Y, por supuesto, si la calidad de la carne de la que procede el embutido es buena, sus propiedades serán aún mejores.
Cuáles consumir con más o menos frecuencia
Como apuntábamos anteriormente, hay que consumirlos con moderación por la cantidad de sal y grasas saturadas que contienen.
Jamón York embutido cocido
Las salchichas, morcillas, chorizo y fiambres son los que contienen un índice más alto en grasas saturadas, por lo que es recomendable consumirlos con menos frecuencia. En cambio el jamón serrano, York, pavo y pollo son los que menos grasas aportan, sobre todo el pavo. El jamón ibérico, aunque tiene bastante más grasa, contiene grasas monoinsaturadas, por lo que son más sanas.
Ya sea en guisos, en bocadillos o como picoteo en cualquier momento del día, disfruta de la deliciosa variedad de embutidos de nuestro mercado iumm.es.
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